lunes, 24 de diciembre de 2012

La noche que me enamoré del " El rey "


Nunca fui fan de Aventura, pero es normal que en el país cuna de la Bachata en cada esquina se escucharan sus canciones y en esos momentos uno sin querer se encontrara haciendo el coro de alguna ellas.

Poco me importo el hecho de que aventura se desintegrara y de que Romeo inciara una carrera en solitario, nunca me senté a sus canciones, aunque como dominicana al fin, leer noticias de sus triunfos me hacía sentir orgullosa de que en mi país existieran personas poniendo nuestra nacionalidad en alto. 

Vivo fuera de RD pero mi visita coincidía con el concierto del dia 15 de diciembre, al cual de hecho, quería asistir aunque a mi entender no conocía todas las canciones de Romeo. Por cuestiones ajenas a mi voluntad no pude ir en esta fecha, pero para mi sorpresa una noticia había en los medios, una segunda función de "El Rey",así que allá íbamos. Expectativas, un concierto más, menos gente que las que se comentaba habían ido al primer concierto. La sorpresa, ver la cantidad de personas en el estadio esperando a Romeo, las luces se apagaron el concierto inicio y allí estaba yo sin darme cuenta cantando ( no solo cantando sino sintiendo y viviendo) el repertorio de alguien que según yo no conocía como sus fans.

Allí estaba yo enamorándome de aquel que llamaban "El rey", "El rey de la bachata moderna", enamorándome de su orgullo de ser dominicano, de su humildad, de su sencillez en el escenario, del hecho de que aun siendo un artista de renombre internacional, tenía lo que a muchos les falta, ENTREGA AL PUBLICO, canté y viví cada una de esas canciones, confieso que me encontraba confundida pues no sabía si me gustaba más las interpretaciones, la sonrisa o el sex-appeal en escena. 



Sorpresa, un merengue, sí, un bachatero cantando merengue, el sazón de la sorpresa Juan Luis Guerra en escena, dos reyes juntos. Cantamos, cantamos y cantamos y como en el amor tantas horas parecían nada, era como si el tiempo se congelara entre canción y canción, entre sus comentarios, sus interacciones con el público, así pasamos horas, luces bajas, un piano en escena, ahora el rey se hacía acompañar de una copa y nos sugería un momento íntimo, nos decía que " Vale más el placer" luego propuso un momento para recordar y complacer peticiones, ¿que no recordamos en aquella noche? Tu hermanita, y otras tantas que me transportaron a  los días de colegio. Allí estaba yo rendida ante  los pies de" El rey", junto a todos los súbditos.

Lo que parecía ser el final de una noche de ensueño era solo el comienzo de una sorpresa mayor, Usher en escena. Usher en República Dominicana.  

Más de tres horas que parecieron minutos, canciones con historias, un rey que había rendido a una multitud a sus pies, al salir solo pude decir, que me había enamorando de " El rey"