miércoles, 25 de agosto de 2010

Lo nuevo de Banksy

Para los que no lo conocen, Banksy es el Seudónimo de un artista del  graffiti británico. Oculta su identidad real a la prensa general.
Comenzó su obra en las calles de Bristol, su ciudad natal, entre 1992 y 1994. Hay varios temas que se repiten en la obra de Banksy: ratas, oportunidades de foto (lugares típicos donde los turistas desearían hacer una foto sin pintadas), soldados orinando, policías, etc.Banksy también es conocido por haberse introducido disfrazado, en famosos museos de todo el mundo, para colgar algunas de sus obras de manera clandestina.

Exit through the gift shop (Salida a través de la tienda de regalos)es lo nuevo de Banksy, documental en el que todos sus secretos quedan al descubierto. El documental acaba siendo un áspero retrato del cambio que ha sufrido el artista urbano en la última década, una inteligente metáfora sobre la manipulación que rige en las altas esferas del arte (urbano o no) y sus devaneos con cualquier cosa que huela a moderno. Con mucho sentido del humor (y algo de inquina) y ejerciendo de tramoyista y maestro de ceremonias a un tiempo, el de Bristol pasa de perseguido a perseguidor. la

Exit through the gift shop demuestra también la inacabable capacidad de autopromoción del artista, que a pesar de seguir siendo un misterio es capaz de vender cualquier cosa que lleve su nombre. Así, el documental se promociona sin la presencia de Banksy, que ha concedido dos entrevistas (por correo electrónico, naturalmente) pero que ha brillado por su ausencia en los medios de comunicación.

Precisamente en una de esas entrevistas vía ciberespacio -con la revista londinense Time Out- para hablar del documental el artista se descolgaba con una declaración de principios que hablaba a las claras de su visión de la jugada y que vale la pena reproducir íntegramente: "No me gustaría ser recordado como el tipo que contaminó una forma artística y legítima de protesta con dinero y celebridades. A veces me pregunto si soy parte de la solución o del problema. Por ejemplo: mi distribuidor me presiona para que meta marcas en la película. Ahora odio las marcas; no son más que vandalismo corporativo. La semana pasada pensaba que, bueno, a lo mejor un par de marcas no hacen daño... Obviamente, no hay nada malo en vender tu trabajo, solo un idiota con un fondo de inversiones te diría lo contrario. Lo difícil es saber hasta dónde puedes llegar. No leo libros ni escucho música hecha por personas en su tiempo libre, por lo que supongo que el vandalismo que miro no debe ser diferente. Quiero que esté hecho por los mejores profesionales".