Es imposible no recordarte con nostalgia ni rememorar todas las mañanas en que soñábamos vernos graduadas, o el día en el que hiciéramos una recopilación de esos versos que escribíamos y compartíamos. Ciertamente eso teníamos del futuro, sueños, sueños que algunas hemos hecho realidad y que en tu historia quedaron cortados a tus 19 años.
¿Qué estarías haciendo hoy? ¿Estarías conversando con nosotras a través del BBM o el Facebook? ¿Tendrías un blog para compartir tus ideas? ¿ Serias parte de algún taller literario? Es nostálgico repasar nuestros logros y recordarte como la persona que no está.
Estas cosas siempre nos hacen cuestionar sobre el significado de la vida y la importancia del ahora, un futuro brillante opacado por una bala que en intención no estaba dirigida a ti. Pero así estaba escrito y debiste partir. Nos quedaran los recuerdos y espero que desde donde estés, te encuentres observando y compartiendo con nosotras estas nuevas etapas, las mismas con las que soñábamos muchas veces.
Dios escribió tu destino, nosotros solo fuimos una parada en tu camino, y agradecemos la oportunidad de haberte conocido y poder recordarte con una gran sonrisa, gracias por tu amistad.
Un abrazo Rocio...
